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CAMINOS PREHISPÁNICOS
Los nativos de Mesoamérica tenían rutas de caminos públicos preestablecidas que arreglaban todos los años, después de las lluvias y tenían en cierta distancia casetas entre los montes para el descanso de los caminantes, al igual que en Perú, los llamados Tambos, estos sitios servían para dar hospedaje a los caminantes, pues el trayecto tenia que hacerse a pie transportando todo en las espaldas, los llamados tamemes, que eran los indios de carga.

Los tamemes debían dedicarse su vida a ser caminantes, por lo que eran entrenados desde niños, la carga no debía sobrepasar los 25kg y la distancia no ser mayor de 25km, no obstante a veces caminaban distancias mayores, 400 y 500km por montes y quebradas ásperas, transportando principalmente algodón y maíz en un petlacalli, que era una caja rectangular de caña cubierta de cuero que protegía a la mercancía del sol y del agua.

Por los caminos había unas torrecillas que se habilitaban como correos, los mensajes eran transportados sin dilación por diversos mensajeros a través de las postas hasta alcanzar los 500km en un día, de esta manera el Tlatoani podía recibir notificaciones de los lugares mas recónditos de su imperio, así como comer pescado y mariscos frescos.

CAMINO REAL MÉXICO – VERACRUZ (CAMINO DE LAS VENTAS)
Es el más antiguo de México y fue el camino a lo largo de la colonia la vía de tránsito y comunicación más importante en América y su importancia económica fue fundamental para el desarrollo de la Nueva España, data del año de 1522 y fue construido por Álvaro López, tomando en cuenta los antiguos caminos prehispánicos que conectaban Tenochtitlán con la costa del Golfo.

Su trayecto era constantemente atacado luego de la rebelión de negros que escaparon de su confinamiento en las haciendas de Orizaba, liderados por el cimarrón Yanga, asaltaban y saqueaban haciendas y finca,  siendo los ataques preocupantes, pues desestabilizaron considerablemente la economía virreinal orillaron al gobierno a enviar un ejercito para atacarlos, sin embargo la paz fue alcanzada cuando se les declaro libres al igual que a los indios y se fundaron pueblos a lo largo del trayecto para disminuir los ataques, fundando la ciudad de Cordoba en 1618.

El Virreinato buscó fundar una ciudad de descanso en el camino a Veracruz, alejada de los asentamientos indígenas, dedicada al descanso y comercio exclusivo de españoles, la ciudad se llamaria Puebla de los Angeles. El Camino Veracruz-México, vía Córdoba o Perote, se identificaba en su momento como el Camino de las Ventas, ya que era el camino de llegada de viajeros, virreyes, comercio exterior, correo y de toda la influencia cultural europea; duraba el trayecto 22 días recorriendo aproximadamente 412 km.

Para la segunda mitad del siglo XVIII, el camino Veracruz-México cubría otro interés además del comercial. Ahora debía ser estratégico, pues existía un agudo conflicto entre España e Inglaterra, que hizo poner especial atención al puerto de Veracruz pues era el más susceptible de ser atacado por la armada invencible de Inglaterra por su cercanía a la capital del virreinato.

Así lo plantea la descripción solicitada por el virrey Francisco Croix en 1769 al ingeniero Manuel de Santiesteban, quien describe el mal estado del tramo Veracruz-Perote con 32 leguas de distancia y exacto determina que Perote es el mejor paraje para fortificar el camino para asistir al puerto de Veracruz y a la Ciudad de México en posibles ataques del enemigo. Se realizaron reformas y una de las obras más destacadas del proyecto de reforma del camino a México es quizás el puente que atraviesa el río la Jamada. El Puente del Rey, hoy identificado en el mapa carretero como Puente Nacional, es un conjunto de obras que fue realizado antes de hacer un minucioso estudio sobre el tiempo que se hacía por diferentes rutas a México

CAMINO REAL DE TIERRA ADENTRO (CAMINO REAL DE LA PLATA, CAMINO REAL DE SANTA FE)
Los españoles hicieron uso de las rutas y caminos indigenas para comunicar su capital, la muy noble y muy leal Ciudad de Mexico con el resto de la Nueva España, el término que se dió a dichos trayectos fue el de Camino Real, por este camino pasaban las recuas de mulas en caravanas con la plata que le correspondía al Rey de España, el llamado quinto real, que era el tributo del 20% de lo descubierto, capturado o producido.

Con la caída de Tenochtitlán y el descubrimiento de ricas vetas de plata en San Luis Potosí y Nuestra Señora de los Zacatecos, se estableció la Ruta de la Plata dentro del Camino Real de Tierra Adentro con el avance colonial hacia el norte, la ruta intentaba comunicar la ciudad de Victoria d Durango, Parral, Chihuahua y El Paso hasta llegar a Albuquerque y Santa fe en Nuevo Mexico.

La plata de Zacatecas y San Luis Potosí llegaba cada mes al barrio de San Angel en la Ciudad de Mexico, de ahí iba hacia Queretaro y se subdividía en dos ramales que evitaban el territorio agreste de los otomíes, el ramal sur pasaba por Guanajuato, Aguascalientes y Zacatecas y el ramal Norte, mas árido y peligroso pasando por la región del Gran Tunal, San Luis Potosí y Zacatecas.

El trayecto de ida llevaba mercurio y mercancías, el de venida plata y oro, el Camino Real de Tierra Adentro es conocido con otros nombres: Camino Real de la Plata, Camino Real a Santa Fe. Se hizo indispensable a lo largo del trayecto la fundación de haciendas, misiones y presidios para la protección de los caminos y con ello el movimiento de grandes volúmenes de ganado tan importante para las operaciones de las minas y los carros de carga.

Es comprensible el traslado de oro, plata y mercurio por el tramo sur del Camino Real, sin embargo el comercio con Nuevo México, donde las tierras del septentrión de Nueva España carecían del aliciente del oro, y eran inhóspitas parameras, solo eran mantenidas porque el Rey de España no deseaba desamparar a los indios ya evangelizados, asi como mantener un limite fronterizo de su Imperio ante las posibles invasiones de potencias europeas ya establecidas en la zona. Para los españoles, que escapaban de la pobreza, adentrarse en tierras tan agrestes e inhóspitas, el motivo de su viaje era un lote de tierra, el derecho a usar el don antes del nombre, un título y el acceso a la hidalguía.

Era una larga comitiva, compuesta por familias, frailes y soldados, y seguida por rebaños de vacas, ovejas, cabras y caballos. Personas y enseres eran transportados en grandes carretas entoldadas tiradas por bueyes. La caravana trasladaba aperos, semillas, plantones, libros, muebles, cartas, papel, tinta, objetos litúrgicos y todo aquello que era necesario para dignificar la vida en aquellas remotas y desoladas tierras del norte

Después de la revuelta de Pueblo, Nuevo Mexico de 1680, que se cobró la vida de 400 españoles y obligó al abandono de sus casas, tierras y posesiones a más de 2,000 colonos. 12 años más tarde los españoles regresaron y fueron capaces de re-asentarse en Nuevo México con leve oposición. El Virreinato organizó un sistema, llamado Conducta, para abastecer a las misiones, presidios y ranchos del norte. La conducta consistió en caravanas de vagones que partían cada tres años desde la Ciudad de México hasta Santa Fe a lo largo del Camino Real de Tierra Adentro.

Muchas fueron las incertidumbres que enfrentaron la conducta y otros viajeros eran las inundaciones de los ríos, que podrían forzar semanas de espera en las orillas hasta que la caravana pudiera cruzar. En otras ocasiones, las sequías prolongadas en el área hacían que el agua fuera difícil de encontrar. La sección más temida del viaje fue el cruce de la Jornada del Muerto más allá de El Paso del Norte: casi 100 kilómetros (62 millas) de desierto árido y expansivo sin ninguna fuente de agua para hidratar a los hombres y las bestias.

Vadeado el Río Grande llegaba la temible Jornada del Muerto, cien kilómetros sin una surgencia u ojo de agua, que sometía a personas y animales a una dura prueba de supervivencia. Y así se llegaba a Santa Fe, la capital de Nuevo México, desde donde se distribuían los viajeros por el territorio de frontera, a través de otros notables caminos, como el de los Adaes o el de los Tejas, despues de un tiempo, la caravana regresaba a la Ciudad de México tras cargar vino, mantas y otros productos novomexicanos.

El camino recorría mil 600 kilómetros, de los cuales mil 200 están trazados dentro del actual territorio de México y los restantes rebasan nuestra frontera hasta Santa Fe, Estados Unidos, con duración de seis meses de trayecto, con ventas y hosterías en los poblados o haciendas que brindaban hospedaje y servicios. El viaje requirió un largo y difícil viaje de 6 meses, que incluyó 2-3 semanas de descanso en el camino. El principal fundamento era el intercambio y comercio de la plata desde los principales centros mineros del Norte, enlazando: México-Querétaro, Querétaro-Zacatecas, Zacatecas-Durango, Durango-Chihuahua, Chihuahua-El Paso del Norte, El Paso del Norte-Santa Fe de Nuevo México.

Durante el siglo XVIII, la fundación de villas y ciudades a lo largo del Camino Real de Tierra Adentro aumentaron significativamente. El área entre las villas de Durango y Santa Fe llegó a conocerse como «el Camino de Chihuahua». La villa de San Felipe el Real (hoy ciudad de Chihuahua), fue creada en 1709 para apoyar a las minas circundantes, y pronto se convirtió en el centro comercial y financiero más importante de este segmento.

La villa de San Felipe Neri de Alburquerque (actual Albuquerque, Nuevo México) fue fundada en 1706 y también se convirtió en una terminal importante. Debido a su posición defensiva en el Camino Real, la Villa de Alburquerque se convirtió en el centro de intercambio comercial entre Nuevo México y el resto de la Nueva España durante el siglo XVIII, comerciando ganado, lana, textiles, pieles de animales, sal y nueces. Este intercambio ocurrió principalmente con las ciudades mineras de Chihuahua, Santa Bárbara y Parral.

El Paso del Norte (actual Ciudad Juárez) se convirtió en otra terminal importante en la ruta. En 1765, se estimaba que la población de El Paso del Norte era de 2.635 habitantes, lo que creó lo que entonces era el centro urbano más grande en la frontera norte de la Nueva España. El Paso del Norte se convirtió en un importante centro de agricultura y ranchería, conocido por sus vinos, brandy, vinagre y pasas.

En el siglo XVIII, la Corona española autorizó el establecimiento de ferias a lo largo del Camino Real para promover el comercio (aunque alguna forma de esto ya existía desde hace algún tiempo). Algunas de las ferias más importantes a lo largo del Camino Real incluyeron la Feria de San Juan de los Lagos en Jalisco, la Feria de Saltillo y la Feria de Chihuahua, que fue de gran importancia para los comerciantes de Nuevo México. La Feria de Taos también fue un importante evento anual donde los comanches y los utes intercambiaron armas, municiones, caballos, productos agrícolas, pieles y carnes con los españoles. Al mismo tiempo, España mantuvo el monopolio de los productos de sus provincias del norte, por lo que no se produjo ningún comercio con la colonia francesa de Luisiana.